Según la estación del año, necesitamos diferentes albornoces. Por ejemplo, en invierno, solemos usar albornoces gruesos, adaptados al frío. Siempre que sea posible, debemos elegir albornoces de algodón o coral, que son sedosos, absorbentes, agradables al tacto, cómodos y cálidos. Este albornoz de algodón es una excelente opción.




